domingo, 10 de abril de 2011


Barinas, 09-04-11

Continúan reconocimientos a cultores del país

A Marcelino Aponte lo llamó la bandola una vez más y para siempre

***Este cultor recibió una placa y un aporte en metálico por parte del Gobierno Bolivariano a través de la Casa Nacional del Artista

(Prensa MPPC Barinas).- El Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Casa Nacional del Artista, sigue llevando adelante en todo el país los reconocimientos a la trayectoria vital de cultoras y cultores, entre ellos tres destacados barineses.

En el estado Barinas, durante la última semana, fueron homenajeados la Maestra Isabel Aponte y el maestro Marcelino Aponte, (coincidencia de apellidos, pues no son familias biológica, aunque se reconocen hermanos de la misma causa: entregar sus conocimientos y hasta el alma a las nuevas generaciones para que nuestras tradiciones permanezcan).

En larga entrevista que concediera Marcelino al escritor Arnaldo Erazzo, dijo “yo naci en un caserío llamado El Bongo, por ahí cerca de Puerto Nutrias. Vengo de una descendencia de músicos; mi padre toca la bandola, mi tío, mis abuelos, y bueno, de por allí venimos. En esos años en el caserío no se conocía la bomba, ni la tal motobomba esa que se utiliza hoy en día pa’ sacá agua, sino que nos tocaba cargarla en taparos, al principio del río, y después de los jagüeyes, que hacíamos nosotros mismos prácticamente con las manos”.

Con esas palabras sencillas, llenas de humildad, concedió la entrevista el maestro Marcelino Aponte, instructor de bandola del Instituto Autónomo de Cultura del estado Barinas, quien tiene a su cargo la responsabilidad de formar nuevos talentos y se le debe en parte la proliferación interpretes de este instrumento, ahora ampliamente popularizado en nuestra ciudad.

“Mi padre Julián Aponte es un gran ejecutante y por supuesto, yo lo acompañaba como cuatrista en muchos bailes campesinos donde lo invitaban a él. De allí pues, fui memorizando las puntadas, los ritmos, y de verdad, yo prácticamente me gustaba era el cuatro, yo la bandola no me gustaba, me gustaba era el cuatro. Bueno, un día él tenía ese instrumento colgado a la pared, pero yo sentía de verdaita, que esa bicha me llamaba; entonces la agarré, me puse a practicá y no me costó nada, enseguida aprendí. Al rato empecé a ejecutar las piezas que mi papá tocaba”, expresó durante la entrevista el cultor.

Reconocimiento

Y fue en el auditorio Jesús Enrique Guédez del Instituto Museo de las Culturas del Llano, que éste bandolista recibió de manos de Lisett Torres, presidenta de la Casa Nacional del Artista, una placa y un aporte en metálico, como muestra de las políticas de inclusión del gobierno revolucionario. El público presente aplaudió de pie y con alegría a este creador sobretodo por la labor como formador de nuevas generaciones.

De sus alumnos, Marcelino Aponte, dice “son varios mirá. Pero los que más recuerdo son: José Salcedo, Nacho Carrero, Bortolotti, el mismo Moisés Torrealba; todos ellos excelentes músicos, profesores, ganadores de festivales nacionales y hasta internacionales. No te digo que a Moisés le enseñé todo, porque él ya venía aprendió, pero si le indique algunas notas, algunas canciones, y por supuesto él lo agradece. Cada vez que me ve me saluda con cariño y se recuerda de eso”.

Agregó que “ahora, casi todos ellos son famosos y se la pasan viajando pa’l extranjero; cosa que me enorgullece, Pero yo siento que mi labor está aquí, empujando esa bandada de muchachos que atrás”.

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